En México, el uso de las Relaciones Públicas comienza cada vez más a crecer y a ser considerado como una herramienta valiosa para las empresas, y personas en general, preocupadas por contar con una opinión pública positiva. Y hoy, ante la crisis económica internacional, parece ser una opción cada vez más atractiva.
No obstante, su aprovechamiento ha sido poco, en comparación con otros países, debido en gran medida al desconocimiento del valor que pueden tener estas herramientas de la comunicación, así como a los prejuicios que hay sobre el tema.
Los prejuicios, es cierto, no existen de a gratis: a veces, el tema se relaciona con asuntos poco transparentes o éticos y sin duda es algo contra lo que hay que luchar.
Además, el término de publirrelacionista comenzó a usarse en México más para un organiza fiestas amigo de socialités que para un profesional del periodismo y la comunicación, contratado justamente para profesionalizar (valga la redundancia) las relaciones públicas de una empresa con su entorno.
Es cierto también que la historia del periodismo en México, íntimamente ligada a la historia política del país, hizo que la gente se acostumbrara a veces a que el oficio de ciertos medios de comunicación fuera poco transparente y más interesado en obtener dádivas que en buscar información interesante y útil.
Afortunadamente esos tiempos cada vez más están quedando atrás y tanto los medios de comunicación como el rigor con que las audiencias los ven, oyen y leen son ya diferentes.
Es por eso que el papel de especialistas en medios de comunicación y en opinión pública se hace útil para que las empresas puedan profesionalizar su fluido de información al exterior, tal como se contrata a un abogado por ser especialista en leyes o a un publicista por ser experto en difusión comercial.
De hecho, ante la crisis económica, las Relaciones Públicas parecen estar cobrando nueva importancia para las empresas, incluso a veces, en perjuicio, desgraciadamente, de la Publicidad.
Y es que, es sabido, que muchas veces, los presupuestos de marketing y publicidad son los primeros en ser recortados en situaciones de crisis.
En contraste, las Relaciones Públicas requieren un presupuesto generalmente más económico y producen frecuente y comparativamente hablando, en términos cualitativos y cuantitativos, a veces, una exposición mayor en medios de comunicación que las campañas pagadas de anuncios.
Sin duda, la apreciación de que hay que sustituir la Publicidad de una empresa únicamente por las Relaciones Públicas es errónea, ya que ambas son más bien complementarias en la mayoría de los casos.
Aún así, e independiente del mercado publicitario, puede que la crisis haga que las Relaciones Públicas sean más valoradas en nuestro entorno mexicano.
Lo que es un hecho es que la imagen pública de una persona o de una empresa es demasiado importante como para dejarse únicamente al azar sin contar con una idea de lo que se quiere proyectar y cómo hacerlo profesional, ética y efizcamente.
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Es un artículo interesante y que toca precisamente la fibra de una nueva perspectiva hacia lo que son las RP.
En tiempo de crisis, las grandes empresas, en su mayoría, tienden a incrementar su inversión en mercadeo, publicidad y relaciones públicas, lo cual no permite que el público ya cautivo,pierda el interés en ellos y los que aún no lo están, pasen a estarlo; y las pequeñas y medianas empresas tienden a hacer exactamente lo contrario, sin saber que tal decisión es lo que puede «sacarlos o no de la jugada». El problema quizá radique en que, las pequeñas y medianas empresas toman este tipo de estrategias como un gasto más que como una inversión.