La Comunicación Interna o Comunicación Organizacional es un aspecto esencial para el rumbo y la cohesión sostenida de una organización.
Es por eso que es pertinente estas atentos a los errores comunes que pueden afectarla. Estos son 10 riesgos importantes y compunes para una Comunicación Organizacional efectiva que usualmente nos encontramos en las organizaciones.
Conviene prevenirlos, evitarlos y atacarlos de inmediato de manera correcta, al ser detectados.
- No darle la importancia debida al área
Nada más riesgoso que el tema de la Comunicación Interna sea desestimado y no sea atendido como algo relevante para el funcionamiento general , como sucede con frecuencia en muchas organizaciones.
Convencer al liderazgo del organización de que este tema va ligado directamente a los objetivos de la misma es crucial para el apoyo que una Estrategia integral de Comunicación Interna requiere.
- La difusión extendida de rumores
Los rumores son probablemente uno de los dolores de cabeza más fuertes en las organizaciones que manejan mal su Comunicación Interna. Estas informaciones «alternativas» se reproducen cuando no hay información oficial, clara, completa y creíble.
Un rumor no necesariamente contiene información falsa ni negativa. Sin embargo, una política de Comunicación Interna sana acota el terreno y condiciones para que rumores relevantes y graves surjan y se reproduzcan en la organización.
- Falta de credibilidad y confianza en el liderazgo emisor
Sin confianza en el emisor del mensaje, cualquier comunicación será poco productiva. Cuando el liderazgo de la empresa no goza de credibilidad, éste es el asunto más importante que debe atenderse antes de avanzar en otros temas de comunicación.
Estos casos se pueden presentar cuando ha habido antecedentes de hechos que hayan generado la percepción de falta de honestidad en los mensajes y acciones hacia los miembros de la organización.
- Mayor presencia de información fuera de la institución que dentro de ella
En ocasiones, los miembros de una organización llegan a enterarse más de lo que sucede en ella por fuera que dentro de la misma.
Esto sucede, por ejemplo, en tiempos de cambios o noticias relevantes, cuya información se filtra voluntaria o voluntariamente. Cuando esto ha sucedido varias veces, la Comunicación Interna comienza a sufrir de descrédito y a percibirse como ineficaz.
- Presencia de otros fuertes emisores de información interna
En ocasiones, hay personas o grupos dentro de la organización que pueden haberse convertido de manera natural en fuertes emisores de información de comunicación informal, de manera independiente a los esfuerzos, mensajes y medios de la Comunicación Interna oficial.
Esto puede ser un problema si causa “ruido” a los canales y mensajes formales y compite en importancia y fuerza con ellos. Si no hay una actitud negativa o un esfuerzo premeditado de afectar, una recomendación es integrarlos hábilmente al esquema oficial y formal.
- Inequidad marcada en los temas informativos
Por la subjetividad inherente a la naturaleza humana, es usual que los generadores y emisores de mensajes se enfoquen más en contenidos de las áreas que más conocen, disfrutan o que son más cercanas al liderazgo de la organización.
El no tener cuidado de este tema, provoca frecuentemente que sectores de la organización se sientan no atendidos y reflejados en los contenidos y esfuerzos de la Comunicación Organizacional.
- Falta de empatía con los receptores
Un problema común es asumir que la información que es obvia para el emisor lo es de la misma manera para todos los demás. Esto es usual, además, porque los responsables de Comunicación suelen tener mayor información, mucha de la cual por lo lo mismo ya dan por sentada, o asumen que por haberla difundido algunas veces, todos la recordarán muy bien.
Desde luego, esto puede generar un problema de desinformación para las audiencias, ya que los esfuerzos de Comunicación Interna partirán frecuentemente de un diagnóstico equivocado y mucha información ya no se difundirá.
- Asumir que la Comunicación Interna es sólo para cuando hay problemas
Es un error común asumir que un esfuerzo profesional y coordinado de Comunicación Interna se necesita sólo cuando se tienen evidentes problemas en esta área.
La Comunicación Interna es siempre relevante para la empresa y aunque no haya problemas aparentes, si no hay una planeación específica, es muy probable que ésta no esté contribuyendo adecuadamente a los objetivos de la empresa, ya que no está enfocada hacia estos.
- Exceso de informalidad en los contenidos y canales
En organizaciones pequeñas es normal que la Comunicación Interna comience siendo más directa, personal y sin mucho formalismo.
Un problema de esto, sin embargo, es que puede haber mensajes que no se difundan de manera homogénea y otro, aun mayor, es que en el momento en que la organización comience a crecer, su necesidad de haber tenido materiales y medios más formales se haga urgente y genere una crisis.
- Exceso de pasos burocráticos
Por el contrario, en organizaciones grandes, un reto mayor suele ser cómo mantener la agilidad y la sensación de contacto directo entre los receptores y emisores, frecuentemente dispersos y separados por muchos “intermediarios” entre sí.
El riesgo de que el aparato burocrático “apague” o aletargue la vitalidad de una Comunicación Interna oportuna y activa es alto, entre más grande es la organización por lo que es vital la constante revisión de la eficacia de los canales de emisión y retroalimentación internos.
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